Había
leído algunos cuentos y también lo había leído en un blog de internet. Pero no
sabía que habían hecho una algo en versión animada. Estaba con mis hijos y me
lo enseño. Era la historia de la gallina que muere y sus hijos tiene que
sobrevivir en el bosque. Pero para la versión infantil habían quitado algunas
escenas que había leído y eran algo cruentas para que las leyera un chaval de 5
o 8 años. Era más dulce sí, pero no era lo mismo. La gallina era una madrastra
la hacían mala y dejaba sus pollitos en el bosque. Pero solo dos. La escena que
había leído en el principio del relato que un zorro entra y devoraba a las
gallinas no salía. Aquí más bien era la madrastra que los hecha en su suerte. Bueno
a mis hijos se rieron, se entristecieron y les gustó. Pero me sorprende esa
forma de modificar las cosas. En películas también sucede pensé. Hay películas
que el héroe muere. Pero para que no lloremos les cambian el final y sobrevive.
O no le suceden cosas tan espantosas. Y ver ese capítulo me dio que pensar. Que
niños somos a veces que hasta nos tiene que contentar en las películas.